La terapia con Sistemas de la Familia Interna (IFS)

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La terapia con Sistemas de la Familia Interna (IFS) es una terapia fascinante, y relativamente nueva, que resuena perfectamente con el enfoque de axial 2.0 para la auto-transformación. Fue creada y desarrollada por Dr. Richard Schwartz (1995) mientras trabajaba como terapeuta familiar sistémico. Empezó a ver que cada persona tiene su propia familia interna de subpersonalidades o ‘partes’, y que cada una de estos partes tenía sus propios sentimientos, creencias, motivaciones y manera de ver el mundo. Vio que todas las partes tenían una intención positiva y recursos y cualidades interiores de valor, aunque algunas de ellas estaban distorsionadas y habían adoptado papeles extremos dentro de la psique que a ellas mismo les disgustaban y por lo tanto parecían, en la superficie, como negativas. Existen partes sanas y no sanas, con ‘protectores’ que quieren protegernos de amenazas tanto internas como externas para nuestra seguridad y bienestar, y ‘exiliados’ que son partes infantiles heridas del pasado.

A un nivel más profundo, oculto por estas partes, se encuentra el Self, que es nuestra esencia o naturaleza verdadera. La terapia IFS no lucha contra las partes no sanas que parecen tan negativas sino las escucha desde el Self con compasión, curiosidad y aprecio para poder concretar sus historias y así permitirlas sanar y adoptar roles y cualidades más sanos. El objetivo es tanto sanar las partes no sanas como animar que todas las partes cooperen dentro de un sistema integrado bajo el liderazgo del Self.

Este Self es equivalente al Yo Verdadero de las tradiciones de sabiduría axiales, a lo que la filosofía de metarealidad llama el ground state y a lo que llamamos el yo profundo (o alma). Richard Schwartz discubrió este yo más profundo a través de una investigación empírica de la psique humana en un contexto terapéutico, lo cual permitió que el Self se revelara una vez que se había creado un espacio abierto en la maraña de partes. Así que, a la deducción filosófica de este yo más profundo del metarealismo de Roy Bhaskar y a su aprehensión transracional por parte de las grandes tradiciones de sabiduría, ahora tenemos más pruebas, esta vez empíricas, de su existencia como nuestra esencia fundamental y naturaleza verdadera.

Además de tratarse de una psicoterapia muy eficaz y basada en la evidencia, una terapia donde el verdadero sanador es el mismo Self, IFS también concibe el ego de una forma filosóficamente interesante. Ve la psique o ego, no como algo negativo que hay que transcender, como muchas tradiciones espirituales han hecho, sino también como algo en sí espiritual. Las varias partes, comenta Schwartz, son ‘seres espirituales que, al ser atendidos por el Self con compasión y curiosidad, pueden soltar sus creencias y emociones limitantes (o ‘burdens’ en la terminología de IFS) y así transformarse en su estado iluminado.

Gracias a su eficacia, su visión inspiradora de la mente y del ego, a su enfoque no-patologizador que respeta a todas las partes de la psique y a su reconocimiento de un yo más profundo que es el que sana a las partes, IFS es ideal para formar parte de una práctica axial 2.0.